PROCTOLOGÍA Y CANCER COLORECTAL

PROCTOLOGÍA Y CÁNCER COLORECTAL

PROCTOLOGÍA
Desde la Unidad de Proctología se ofrece tratamiento especializado a todas las enfermedades y patologías de la región anorrectal.
Nuestro objetivo, además de proporcionar una atención especializada y de alta calidad, es diagnosticar correctamente la patología proctológica con las pruebas complementarias más novedosas para poder ofrecer la mejor y más innovadora técnica quirúrgica.
Estas afecciones merman de una manera muy importante la calidad de vida de las personas que las padecen, lo que obliga a acudir a la consulta de un especialista.

La CIRUGIA COLORECTAL  es aquella parte de la cirugía que se dedica al tratamiento de las enfermedades que afectan al colon y al recto.

El colon (intestino grueso) es la parte final del aparato digestivo, donde finalizan los procesos de absorción de alimentos y se procesan los residuos orgánicos que se eliminarán al exterior en forma de heces. Este intestino grueso lo dividimos a su vez en ciego, colon derecho (ascendente), colon transverso, colon izquierdo (descendente), colon sigmoide (sigma) y la parte final llamada recto que desemboca en el ano.



Procedimientos diagnósticos:

Mesa proctológica de exploración
Exploración anal y rectal que incluye anuscopia y rectoscopia rígida, VIDEORECTOSCOPIA
Ecografía endoanal y endorrectal 360º con tecnología 3D (ver ecografía anorrectal)
BANDA ELASTICA HEMORROIDAL
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/hemorrhoids/multimedia/rubber-band-ligation-of-hemorrhoid/img-20007751

NUESTRA CONSULTA

Asistencia centrada en el paciente 

HEMORROIDES


El tejido hemorroidal se encuentra situado alrededor del canal anal, y es un componente fisiológico de la anatomía humana. Se trata de un engrosamiento de la submucosa del canal anal que contiene una combinación de vasos venosos y arteriales, musculatura lisa y tejido de sostén que actúa a modo de almohadilla y que contribuye a un cierre más efectivo del ano.

Con el tiempo estos tejidos pierde su estructura, se agrandan y vuelven flácidos, de manera que pueden sangrar o prolapsar (protruir) a través del ano. Cuando esto ocurre, podemos decir que tenemos hemorroides. Las hemorroides es sin duda la patología anal más frecuente y se estima que más del 50 % de la población presenta en algún momento de su vida algún síntoma hemorroidal.

¿Cómo puedo saber si tengo hemorroides?

El síntoma más frecuente y con el que primero suelen manifestarse es la rectorragia o sangrado anal, aunque también pueden producir prolapso (protrusión a través del ano), picor y episodios de inflamación con mayor o menor dolor y palpación de bultos anales. Sin embargo, dado que otras enfermedades pueden dar la misma o parecida sintomatología, es obligado confirmar la sospecha de padecer hemorroides consultando a un especialista.

En todos los casos debe llevarse a cabo una correcta inspección y exploración anorrectal para confirmar la existencia de las hemorroides y descartar otras patologías que podrían ir asociadas, así como excluir otras causas de sangrado o dolor anal, en especial la posibilidad de presentar tumores rectales o enfermedades inflamatorias.

Si tengo hemorroides, ¿tengo que operarme?

La visita al especialista sirve en primer lugar para confirmar el diagnóstico, pero así mismo también para valorar el grado de las hemorroides. No existe un tratamiento único para todas las hemorroides ni todos los pacientes con hemorroides deben ser operados. Dependiendo de la severidad de la clínica y del grado de las hemorroides existen diferentes opciones terapéuticas, todas ellas con buenos resultados si están bien indicadas.

Tratamiento no quirúrgico

En primer lugar y de obligado empleo como tratamiento asociado a todo tipo de hemorroides independientemente de la terapia utilizada, debe instaurarse un tratamiento dietético consistente en ingerir una cantidad mínima de fibra y abundantes líquidos. El tratamiento tópico con las diversas cremas y pomadas existentes en el mercado sirve para disminuir las molestias reduciendo el edema y la inflamación pero no curan y, en ningún caso deben aplicarse de forma habitual ya que su uso continuado puede provocar dermatitis anal y atrofia cutánea. Para las hemorroides de menor grado (I y II) existen una serie de métodos no quirúrgicos (inyección de sustancias esclerosantes o ligadura con bandas elásticas) que, realizados en diversas sesiones, consiguen con escasas molestias la resolución de las hemorroides.

Tratamiento quirúrgico

En aquellos casos de hemorroides grado III y IV, más sintomáticas, es cuando se indicará tratamiento quirúrgico.

¿Existe más de una opción quirúrgica?

La cirugía de las hemorroides, y en general toda la cirugía anal, soporta el tópico injusto de un postoperatorio intensamente doloroso que hoy en día no se ajusta a la realidad. Si bien es cierto que, dada la rica inervación de esta zona, cualquier proceso inflamatorio a dicho nivel, sea quirúrgico o no, conlleva a unas molestias que en otras zonas serían menores. En los últimos años debido a los progresos en las técnicas quirúrgicas y métodos utilizados y la disponibilidad de mejores analgésicos y medicación antiinflamatoria hacen que el postoperatorio haya cambiado drásticamente . En cuanto a la técnica quirúrgica en sí, a la cirugía convencional con tijera o bisturí eléctrico se le han añadido recientemente el uso de otras fuentes de energía como los ultrasonidos (bisturí harmonico) o la mucosectomía con grapadora mecánica (PPH o Procedimiento de Longo). El láser quirúrgico no ha demostrado que suponga menor dolor en el postoperatorio ni acortar el tiempo de cicatrización de las heridas. En cualquier caso, en nuestro equipo ofrecemos un tratamiento individualizado para cada paciente que se inicia desde el primer contacto con el mismo, al realizar un completo estudio y valoración de las necesidades y diferentes opciones terapéuticas de las que se pueden beneficiar, estando en disposición de ofrecer todo el abanico de tratamientos, para conseguir el tratamiento y resultados ideales para cada paciente.

TRATAMIENTO MÁS AVNAZADO EN EL CONDILOMA ANAL:  CRIOPEN

Condilomas anales

También llamados verrugas genitales, son una enfermedad de transmisión sexual altamente contagiosa, causada por el virus del papiloma humano (VPH). Se transmite al mantener relaciones sexuales por vía oral, genital o anal con un compañero infectado o también se puede dar el caso de contagio en baños públicos. Cerca de dos tercios de aquellos que mantienen relaciones sexuales con una pareja con verrugas genitales las desarrollarán a su vez, alrededor de los tres meses después del contacto.

¿Qué síntomas producen?

El paciente nota la aparición de una lesión verrucosa en la zona perianal y/0 genital asociando picor, ardor, secreción de mal olor y en algunos casos dolor.

¿Cómo se diagnostican?

El diagnóstico es fundamentalmente clínico, realizándolo mediante la visualización de las lesiones. Es importante buscar otras lesiones relacionadas con el virus del papiloma humano.

¿Cómo se tratan los condilomas anales?

Si los condilomas son muy pequeños y están localizados sólo alrededor de la piel del ano, pueden ser tratados con medicamentos que se aplican directamente sobre la lesión: podofilino 0,5% o 5 fluoruracilo tópico. Este procedimiento requiere varias aplicaciones por varias semanas y debe ser aplicado por el especialista. Otras formas de tratamiento consisten en la aplicación de electro-cauterio, resección quirúrgica o combinación de ambos. Los condilomas que se encuentran dentro del canal anal no son susceptibles de tratamiento médico, por el contrario requieren cirugía para su curación.

FISURA ANAL


La fisura anal es una pequeña herida localizada a nivel del margen anal que produce un dolor intenso relacionado con la defecación. La causa puede ser un episodio de estreñimiento o de diarrea, aunque está muy relacionada con el estrés.

¿Qué síntomas presenta?

El síntoma principal de una fisura es el dolor. Se trata de un dolor intenso que se desencadena con la defecación, durando de forma variable tras la misma desde minutos hasta horas. También puede presentarse sangrado, prurito o escozor e inflamación de la base de la fisura , que en muchas ocasiones se confunde con una hemorroide ("hemorroide centinela").

La formación de una fisura anal desemboca en el establecimiento de un "circulo vicioso" que dificulta o impide su curación: la fisura hace que la defecación produzca dolor; el dolor produce un espasmo del esfínter anal interno; el espasmo del esfínter interno produce una alteración de la vascularización de la región anal que dificulta la cicatrización de la fisura, favoreciendo así la presistencia del "círculo vicioso".

¿Cuál es el tratamiento de la fisura anal?

La actitud terapéutica será diferente ante una forma aguda o si existen ya signos de cronicidad.

En la fase aguda es cuando el tratamiento médico tiene más posibilidades de éxito: baños de asiento con agua templada para relajar el esfínter interno, analgésicos y laxantes para conseguir heces blandas. Fundamental resulta el efecto beneficioso de la aplicación de pomadas de trinitroglicerina o diltiazem ya que ayudan a cicatrizar la fisura aumentando la irrigación y la relajación del esfínter interno.

¿Se puede operar?

Sí. La fisura anal, en las que ya se ha establecido el comentado "circulo vicioso" y ha fracaso el tratamiento médico, tiene como tratamiento de elección la cirugía mediante la práctica de una esfinterotomía lateral interna. La intervención consiste en la sección controlada del esfínter anal interno que elimina la hipertonía del mismo, desapareciendo el dolor y consiguiendo la cicatrización de la fisura en pocos días.

¿Puede desencadenarse una incontinencia después de una esfinterotomía?

El control de la cantidad de esfínter que el cirujano debe seccionar está establecido y puede controlarlo durante la intervención. Es excepcional que tras una esfinterotomía aparezca una incontinencia, si el paciente tiene un aparato esfinteriano normal.

TOXINA BOTULÍNICA PARA EL TRATAMIENTO DE LA FISURA


La toxina botulínica produce un bloqueo irreversible a nivel presináptico de la liberación de acetilcolina de manera que se corta la neurotransmisión y los músculos se debilitan y atrofian. La función muscular se recupera debido a una neoproliferación de las terminaciones nerviosas y la formación de nuevos contactos sinapticos, esto ocurre en unos 2 o 3 meses. Aunque existen dos formas de preparación, el complejo toxina botulínica Ahemaglutinina (BOTOX-A) es el más utilizado, y se comercializa en envases liofilizados que contienen 100 unidades.

SINUS PILONIDAL

Sinus pilonidal

Se trata de una formación quística localizada en el surco interglúteo y que contiene formaciones pilosas en su interior. Normalmente permanecen asintomáticos y sondiagnosticados cuando se complican mediante una infección secundaria, formando un absceso en esta localización.

¿Cuál es su causa?

En la actualidad está discutido si se trata de una etiología adquirida (crecimiento de un folículo piloso hacia el interior en vez de hacia el exterior) o congénita.

¿Cuáles son los síntomas?

Habitualmente los sinus pilonidales suelen permanecer asintomáticos, pudiendo descubrirse de forma accidental la presencia de pequeños orificios por los que emergen formaciones pilosas en el espacio comprendido entre ambos glúteos, línea media del sacro. Es, frecuentemente, a partir de la segunda-tercera década de la vida, cuando, debido a un proceso de sobreinfección de éste, se produce una clínica típica de un absceso en dicha localización, con tumoración, inflamación, dolor, etc.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento del sinus pilonidal se plantea cuando éste se complica y produce sintomatología. En su fase aguda, en caso de abscesificación, es recomendable el drenaje del material purulento para, en un segundo tiempo, proceder a la extirpación completa de la formación quística y de los trayectos fistulosos secundarios si es que existen. En función del mayor o menor tamaño del sinus y, por tanto de la mayor o menor extirpación de tejido, se puede proceder a un cierre del defecto creado o bien permitir un cierre por segunda intención, dejando la herida abierta, requiriendo curas posteriores.
TERAPIAS MAS AVANZADAS PARA EL TRATAMIENTO DEL SINUS
SIN CURAS DIARIAS, CICATRIZACION MÁS RAPIDA,TODO UN AVANCE

CONSULTE TERAPIA PICO 7 EN SINUS PILONIDAL
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